En la neblina apenas vi el camino.
Un camino que me llevó a lo inesperado...
Lo seguí con una fuerza que me atraía,
Una fuerza que yo ya conocía.
Una fuerza que surgió de un pasado distante,
Un pasado vivido...vivido mas de una vez.
Al fin le vi, me estaba esperando.
Ya él me había llamado, varias veces.
Oía su voz distante...
Me contaba de un lugar mágico,
Un lugar donde él y yo corrimos juntos,
Libres de prejuicio...de las malas lenguas,
Libres de las ataduras de la tierra.
El lugar al cual él quería llevarme una vez mas.
No se cuanto tiempo pasó.
No pude contar las horas, ni los días.
Yo solo corría. Corría a su lado.
Mis pies apenas tocaban la tierra,
Y el viento apuraba para alcanzarnos.
El sonreía...feliz de verme.
Pero yo temía de no verle mas...
Es muy sabio el miedo. Mas sabio que yo.
Sabe apoderarse de los buenos momentos.
Sabe robar...
Así como el día en que el destino me lo robó a él.
El viento se calmaba,
La tierra vestía con el rocío del amanecer.
La luna y las estrellas distantes...tal vez con él.
Y el reflejo del agua en el río me mentía...
Me mentía al mostrarme que sola caminé.
Alexandra Mena
January 9, 2016
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